martes, 13 de octubre de 2009

Experiencias Autogestivas en los barrios

Poco se habla y poco se estudian en el mundo académico/universitario las distintas alternativas impulsadas desde la clase trabajadora para llevar adelante sus vidas con dignidad y sin necesidad de depender de un “patrón”.
Ya hacia fines de la década pasada (caracterizada por grandes niveles de desempleo), pero sobre todo después de la crisis del 2001 que afectó ampliamente a los sectores populares; los mismos comenzaron a repensar sus estrategias de subsistencia basándose (al contrario del individualismo predicado en todas partes) en la solidaridad con los pares a partir de distintas experiencias: desde generar ollas populares, clubes de trueque, comedores, puestos de salud en los barrios, compras colectivas, huertas comunitarias, hasta llegar en muchos casos a formar pequeños emprendimientos que suplieran al menos por el momento la falta de empleo de estas personas. Muchas de estas experiencias se propusieron, de la mano de los movimientos sociales presentes en el territorio, resignificar los asistencialistas planes “jefes y jefas” e invertirlos de alguna manera en estas pequeñas iniciativas, caracterizadas por la participación de todos sus miembros tanto en las decisiones que se tomaban como en los trabajos a realizar.
A partir de esto fueron apareciendo productivos en los que cada uno aportando lo que podía, basándose en sus conocimientos previos u oficios, y con iniciativa para aprender, comercializaban en la zona desde productos de panadería, frutas y verduras, ropa o manualidades, hasta servicios de carpintería, construcción o herrería, llevando adelante verdaderas organizaciones que continúan creciendo y consolidándose hasta el día de hoy. Para muchos de sus miembros esta “salida de la crisis” dejó de ser una alternativa para “zafar” y pasó a significar una verdadera forma de trabajo digno, basado en la participación, la autogestión, el esfuerzo propio y la ayuda mutua. Trabajo en el cual cada uno se siente realmente dueño de su destino y los frutos del mismo son para la consolidación de sus proyectos; muy diferente de todas las formas de empleo (en negro en su mayoría) que habían conocido anteriormente y es por esto que decidieron darles impulso y apostar fuerte incluso después de la “recuperación y estabilidad económica” donde muchos otros volvieron a sus changas habituales.
Hoy por hoy varios de estos productivos están constituidos como cooperativas de trabajadores, buscando darle una mayor estabilidad a sus integrantes, intentando superar las dificultades que presentan la competencia con empresas capitalistas (economías de escala, costos bajos, marketing, monopolios, etc.), la falta de recursos para emprender la producción de grandes cantidades, el bajo acceso al crédito y lo costoso que es contar con algún “especialista” que pueda ayudar tanto en la parte administrativa (para mejorar los procesos internos de planificación) como en lo contable-impositivo y otras tantas responsabilidades que también deben afrontar.
Sin embargo este “tercer sector”, como suelen llamarlo, asombra cada vez que uno lo estudia y es fácil advertir que tiene un gran potencial, lo que ha demostrado sobreviviendo incluso bajo las condiciones anteriormente enunciadas. Es así que estos proyectos con el tiempo y la experiencia han logrado hacerse de sus principales armas, entre otras:
• la diferenciación y concientización apostando a un consumo crítico y responsable, remarcando que su producción:
- genera trabajo digno y autogestivo, sin explotación de ningún tipo.
- se basa en nuevos valores como igualdad, solidaridad, libertad, justicia, equidad, confianza en el otro, dando también gran importancia al núcleo familiar,
- se realiza con respeto por la naturaleza y la biodiversidad,
- es de elaboración natural, sin agregados ni conservantes,
- y tiene un impacto positivo en el barrio o la zona donde se asienta: directamente generando trabajo e indirectamente impulsando proyectos comunitarios de salud, alfabetización, talleres abiertos de capacitación, etc.
• la organización de redes o federaciones en las que distintos emprendimientos de este tipo se apoyan unos a otros (la unión hace la fuerza).

Podríamos seguir enumerando características acerca de dichas organizaciones, sin embargo no pretende ser ese el objetivo de la nota, ni tampoco el hacer un análisis exhaustivo de la naturaleza de las mismas; simplemente creemos que es importante en primer lugar conocer su existencia, su forma de trabajar, las prácticas que impulsan tanto al interior de las mismas como en la comunidad en la que se insertan y en segundo lugar impulsar el debate acerca de cuánto aprendemos sobre estos emprendimientos económicos dentro de nuestra facultad y si lo creemos o no necesario. Obviamente desde nuestro punto de vista lo es, tanto por la incidencia real que este sector tiene en la actividad económica, como por lo que los mismos representan; y vemos que con la formación para la gran empresa que tienen actualmente nuestros egresados no estamos preparados para ayudar al pueblo que se organiza solidariamente. Por ejemplo, quien ayude a gestionar una cooperativa de trabajo no podría bajo ningún punto de vista recomendar un “recorte de personal” ante una caída en las ventas, como sin dudar lo haría un gerente ejemplar en una multinacional y es ahí que nos damos cuenta que la realidad no es tan sencilla como un problemita de libro de texto. Entonces se hace evidente la necesidad de repensar todo lo que aprendimos, lo que deberíamos cambiar de nuestra concepción “maximizadora del beneficio” y los aportes que se pueden hacer (muy necesarios) para ayudar al desarrollo y crecimiento de estas experiencias genuinas, y esto no se consigue de otra forma que desde la práctica concreta, conociendo, escuchando, analizando, básicamente trabajando juntos.
Un espacio que trata de dar respuesta a las falencias de la educación universitaria, trabajando a la par de estas experiencias autogestivas, es el Taller de Asesoramiento a Productivos (TAP) formado por estudiantes y graduados de la UNLP. Este Taller trata de darle un rol social al conocimiento y de ponerlo en práctica adaptándolo los principios de una verdadera economía social.
Creemos que es necesario emular estas experiencias en todos los lugares que sea posible, para cambiar la realidad y sumar al proyecto a la mayor cantidad de personas interesadas que compartan esta forma de ver la realidad.
Si te interesa la propuesta podes conocerla a través de nuestro blog: blogdeltap.blogspot .com.ar o mediante mail a correodeltapmail. com.ar.


Economía Solidaria… ¿¡¡What!!?
Si señores! aunque parezca extraño ver a estas dos palabras juntas esto existe, y ha sido investigado (aunque marginalmente) por distintas personas llegando a tener no solo una denominación propia sino también a conformar todo un campo de estudio. Ahora… cómo hicieron para juntar a la “economía” asociada al mundo de lo racional, privado, competitivo, con el rey mercado como estandarte; con la “solidaridad” que para todos proviene del plano completamente subjetivo y ha sido bastante olvidada en su práctica, es un gran interrogante. Básicamente estos autores hablan de incorporar a la solidaridad en la economía tanto en su teoría como en su práctica, y no como muchos economistas ortodoxos pretenden hacer aplicando algo de “caridad” redistributiva y resolviendo los problemas que no se pudieron solucionar una vez que el perfecto mercado actuó. En esta nueva forma se pretende afectar tanto la producción, la circulación, el consumo y la acumulación, desarrollando cada una solidariamente y en un sentido profundo dando lugar a un nuevo modo de hacer economía y a una nueva racionalidad económica.
Dado que la economía tiene muchos aspectos y está constituida por tantos sujetos distintos, y a su vez la solidaridad tiene tantas formas de manifestarse, es de esperar que la economía solidaria se presente de muchas y muy variadas maneras pero fundamentalmente con un espíritu crítico y transformador de las estructuras actualmente vigentes. Distintas personas, desde sus lugares y experiencias concretas, van proponiéndose prácticas económicas solidarias a partir de distintas razones y para solucionar distintas necesidades, con lo cual este es un gran espacio al cual acceden una gran diversidad de grupos y es allí donde como dice Luis Razeto Migliaro “se conocen, intercambian sus razones y experiencias, se aportan y complementan recíprocamente, se enriquecen unas con otras.”
Un ejemplo concreto fue el que contamos anteriormente, que proviene desde los sectores de más bajos recursos, donde la necesidad de subsistencia los llevó a organizarse solidariamente con otros en su misma situación, sin embargo hay rasgos de la economía solidaria en muchas experiencias: prácticas domésticas con preponderancia del rol de la mujer, en las prácticas comunitarias de los pueblos originarios, en quienes recuperan las fábricas vaciadas y con ellas sus puestos de trabajo, en las organizaciones no gubernamentales (ONGs) que impulsan un desarrollo igualitario, en los movimientos sociales y políticos, en los grupos ecologistas, y hasta en espacios religiosos que no solo predican sino que practican la “ayuda al prójimo”, etc; como puede observarse son todos grupos que realizan de una u otra forma actividades económicas, pero en las cuales la intencionalidad última no es el lucro y cuyas prácticas están fuertemente impregnadas de un sentido solidario. Este sector está desarrollándose cada vez más y ampliando sus ámbitos de aplicación con lo cual se hace necesario conocerlo, estudiarlo e impulsarlo para que desde prácticas concretas demostremos que otra economía, como paso hacia otra sociedad es posible.

lunes, 21 de septiembre de 2009

¿Qué Es el Taller de Asesoramiento a Productivos?

El Taller de Asesoramiento a Productivos (TAP), es una experiencia que trata de vincular la Universidad a la sociedad, uno de los llamados “Talleres de Extensión Universitaria”. La óptica que le queremos dar es la de construir lazos sociales, poner al conocimiento al servicio del pueblo. La cual, desde nuestro punto de vista, es novedosa en la actual formación que se recibe en esta Universidad. No vemos la extensión como venta de conocimientos a terceros, principalmente a grandes empresas.

Lamentablemente los planes de estudios de las diferentes facultades de la UNLP no contemplan las ricas experiencias de organización obrero que existen, como los pequeños productivos, cooperativas (tanto urbanas como rurales) y fabricas recuperadas bajo control obrero. Lo que hacemos es trabajar con ellas dando una mano en la organización de los proyectos y tratando de hacerlos viables en el tiempo. No hay que olvidar que las autoridades universitarias nos forman mostrándonos a las grandes empresas como “el” ejemplo y meta a seguir para ser “exitosos” profesionales. Nada más lejano a estas experiencias productivas que aún así logran subsistir (a duras penas) en este “mercado competitivo”.

El debate que tratamos de impulsar es sobre el rol social a la carrera y más en detalle vernos a nosotros como futuros profesionales y el papel que podemos cumplir. Saber que nuestra futura actividad se desarrolla inmersa en un contexto, el cual no nos puede ser ajeno.

Yendo a nuestro trabajo y cómo concebimos el rol del estudiante/graduado de la Universidad Nacional de La Plata, podemos comenzar por un poco de historia. El TAP nace hace ya varios años (2005), pero hace más o menos un año, empezamos a coordinar, mejor dicho, a participar en la Cooperativa Juana Azurduy, quien reúne a emprendimientos nacidos a la luz de la crisis del 2001, donde los muchos (pero muchos) desocupados se fueron juntando para paliar un poco la gran miseria y exclusión que se vivía, y se vive aún, en los barrios de la ciudad de La Plata y Berisso. Actualmente desarrollan actividades tanto en Textil, Herrería, Carpintería, Serigrafía, Panadería, Pizzería, huerta, entre otros, también se esta en proceso de conformación de un proyecto de Cocina.

Durante el 2009, se empezó a trabajar dando una mano a la Asociación Civil Semillita de Algarrobo Colorado y la Cooperativa de Trabajadores Rurales (CTR) de Lanús y San Vicente respectivamente. Estas experiencias tienen la misma características que la Juana, agrupando proyectos productivos de personas que se vieron excluidas del mercado laboral y encontraron una salida organizándose para conseguir un ingreso digno.

Los principales “problemas” que hay no son contables – económicos – administrativos. No. Los problemas son sociales, son la exclusión, la pobreza, el no tener las necesidades básicas cubiertas, temas muchísimos más elementales que hacer un balances, liquidar impuestos, marketing o cualquier otra cosa que podemos tener algún conocimiento adquirido en la Universidad. Por eso la participación en este espacio no necesita un nivel avanzado en la carrera, lo importante es tener las ganas de hacer y tratar de cambiar algo de este sistema injusto.

El trabajo que desarrollamos no lo hacemos como técnicos sabelotodo que tienen la verdad oculta que la brinda a cuenta gotas, tampoco lo hacemos para devolver “algo” a la sociedad por ir a una Universidad Pública (sin pagar y el resto de la sociedad cubre estos costos por medio de impuestos, lo cual nos da cargo de conciencia) y, mucho menos aún, lo hacemos por beneficencia. No lo hacemos por eso. Lo hacemos con la convicción de que está es la forma de organización que sirve para construir una sociedad nueva, un hombre nuevo. Sin explotados ni explotadores. Sabemos que no se cambia nada sin cambiar el todo, pero tratamos de mostrar/desarrollar otra forma más humana. Nuestro granito de arena es ponernos a trabajar con ellos y poder decir nosotros, lograr una identificación mutua, sentirnos parte. Trabajamos, codo a codo, al lado, para no generar una dependencia a los pocos conocimientos que adquirimos en la carrera que terminan siendo “útiles” para pequeños productivos o cooperativas, sino para generar organización y que estos emprendimientos puedan sobrevivir y puedan crecer.

Llevamos a la practica la educación popular que desarrollo Paulo Freire, algunas enseñanzas las tomamos como pilares fundamentales a la hora de llevar a la práctica cualquier actividad, el entablar la relación como iguales, saber que el otro tiene saberes que debemos aprender y respetar, saber que el ejemplo es la mejor enseñanza. No se va a los barrios o a los lugares de trabajo con la lógica o arrogancia de “escupir” el conocimiento sino también escuchar al otro, enseñar no es transferir conocimiento, la enseñanza es un ida y vuelta, todos sabemos algo, todos ignoramos algo y por eso, aprendemos siempre. Y sobre todo, saber que somos seres condicionados pero no determinados.

Viéndolo del lado individual, nos “sirve” como futuros profesionales a pesar de lo marcado antes; poner al día legalmente una asociación civil o una cooperativa, liquidar impuestos, armar un informe de auditoria requiere de un conocimiento que en la carrera se ve muy poco (ni que hablar de llevarlo a la practica, la gran falencia de la curricula), insumo muy importante para nuestra futura profesión. Pero nos sirve más como personas, se crece muchísimo viendo otras realidades que es nuestra misma realidad, poco acostumbrado a mirar o mejor dicho poco acostumbrado a que te muestren.

El objetivo que tenemos a futuro es imprimirle al proyecto un carácter interdisciplinario para abarcar los problemas desde otras ópticas y enriquecer aún más la experiencia del TAP.

Esta es nuestra experiencia, corta pero intensa, creemos que tiene mucho potencial y puede generar que muchos podamos pensarnos como colectivo y poder construir y construirnos como tal.

Cual quier duda o sugerencia no dudes en manarnos un mail a correodeltap@gmail.com que será bienvenida.

miércoles, 19 de agosto de 2009

Se incendió el Centro de Trabajo Autónomo “Panificadora Semillita”

La desidia de las empresas de servicios privatizadas, la lucha y la solidaridad de tod@s para no perder el trabajo y la libertad.

El Centro de Trabajo Autónomo “Panificadora Semillita” es un proyecto construido por compañeros panaderos y vecin@s que se organizaron en el Movimiento de Trabajadores Desocupados de Lanús, primero para luchar por trabajo y después para poner en pie esta iniciativa comunitaria y laboral. Algunos sabían el oficio, otros lo aprendieron. Todos lucharon mucho y trabajaron mucho para lograr esa posibilidad de vivir dignamente, a pesar de la difícil situación económica, trabajando sin reproducir condiciones de desigualdad. En realidad, todo un barrio, todo un Movimiento, todo un pueblo luchó en los años más difíciles del 2001, 2002, para que proyectos como éste fueran posibles.
Hasta la noche del incendio, Esther, Carlos, Norma, la otra Esther y Beto trabajaban allí percibiendo un salario digno fruto de su trabajo, organizados libremente, sin patrones. Comercializaban pan, facturas y otros productos en los negocios de la zona; entregaban el pan a precio solidario a los vecinos que se acercaban, y colaboraban con los comedores populares del barrio. También aportaban un porcentaje de sus ganancias a un “fondo productivo” del MTD, para alentar otros proyectos de trabajo. Compañeros de otros proyectos de Panadería venían a capacitarse a “Semillita”, por lo bien que andaba este proyecto laboral.
En los barrios de Monte Chingolo, este invierno recrudecieron los cortes de luz y los problemas de suministro eléctrico; algunas viviendas pasaron semanas enteras sin luz. Los vecinos organizaron cortes de la ruta “Camino General Belgrano”, movilizaron a la sede de la Empresa EDESUR yal Municipio, y la situación apenas mejoró: hubo menos cortes pero siguieron los problemas de baja tensión. Ni la Empresa ni la Municipalidad dieron al problema la importancia que realmente tiene. Para la Panificadora, esta situación ya había generado problemas: se habían quemado los motores de la amasadora y la sobadora, había dejado de andar el extractor. Los electricistas aseguran que el cortocircuito que provocó el incendio fue generado por el desperfecto en el tablero eléctrico del horno rotatorio, fruto del débil suministro eléctrico que hay en la zona.
Las pérdidas producidas por el incendio se calculan en más de 70 mil pesos: hay que rehacer el techo, cambiar puertas y ventanas, volver a azulejar, realizar una nueva instalación eléctrica... Sólo el horno rotativo cuesta 28.500 mil pesos, y no quedó máquina en condiciones de ser utilizada...
Entonces... ¿se acabó el proyecto? ¿Esther, Carlos, Norma, la otra Esther y Beto deberán resignarse a ser, otra vez, desocupados? Ellos no lo dudaron ni un segundo: cuando amaneció, vecinos y compañeros ya estaban ayudando a reacondicionar el lugar, y los integrantes del proyecto fueron esa misma mañana a la empresa fabricante del Horno Rotativo para que enviaran un técnico a evaluar si el artefacto tenía arreglo posible... Idearon un Bono Solidario, y los compañeros y vecinos ya empezamos a ver de qué manera ayudar también.
Entonces nos pusimos un objetivo: en un mes, la Panificadora “Semillita” tiene que estar nuevamente en funcionamiento. Y tiene que quedar mejor que antes. Nadie duda que vamos a lograrlo: momentos peores tuvimos que pasar en todos estos años, y sabemos que la lucha, el trabajo barrial organizado y la solidaridad de muchos, todo lo pueden.
A quienes están cerca, o quieren viajar, los invitamos que se acerquen. A quienes no tienen esta posibilidad, les hacemos llegar el pedido solidario.
Vamos a necesitar: 1 freezer, 1 heladera comercial o 2 heladeras comunes; 1 anafe comercial o una cocina en buenas condiciones; tal vez les pueda haber quedado de algún emprendimiento comercial: balanzas, cajas registradoras, un teléfono... Estanterías, muebles que les parezca que servirían en una panadería. Azulejos o Cerámicos. Rollos de cable para instalación eléctrica, equipos de tubo fluorescente o lámparas de bajo consumo...
Más específicamente, dirigido a compañeros de organizaciones sociales que tal vez hayan tenido una panadería y actualmente no esté en funcionamiento: necesitamos, si pudieran prestarnos más no sea temporalmente, una sobadora, y una amasadora, de cualquier capacidad.
Los compañeros del MTD de Capital ponen a disposición su camioneta, así que podremos pasar a buscar lo que nos indiquen por donde nos indiquen.
Por último, ante alguna consulta que ya nos han hecho respecto a la donanción de dinero, por supuesto que también nos será necesario: ideamos un Bono de Solidaridad con los trabajadores y trabajadoras, para que puedan mantener un ingreso mínimo durante este tiempo en el que nos abocaremos a la reconstrucción del proyecto. También ponemos a disposición la cuenta bancaria de la Asociación Civil (ver al final).
En diciembre, a fin de año, el Movimiento de Trabajadores Desocupados de Lanús cumple 10 años. Ya habíamos empezado a hablar, en las asambleas barriales, de los festejos, las invitaciones, los recuerdos de tantas luchas y de los que ya no están, y las satisfacciones por haber construido este movimiento de lucha que nos cambió la vida.
Ahora, con este desafío de por medio, la situación cambia. No vamos a dejar de festejar, no vamos a dejar de celebrar la lucha, al contrario. Esperamos que los motivos para festejar empiecen antes, cuando durante la segunda quincena de septiembre, con la ayuda de todos, podamos estar reinaugurando la Panificadora Semillita con otra fiesta, compartiendo la alegría de la solidaridad, compartiendo la lucha, compartiendo el pan.
Esperamos contar con todos y todas para superar este nuevo desafío
Fraternalmente,

Trabajadores y Trabajadoras del Centro de Trabajo Autónomo “Panadería Semillita”
4246-1390 - Norma, 15-3311-4192 / Carlos, 15-3128-1165

Movimiento de Trabajadores Desocupados (MTD) de Lanús
Nancy, 15-3155-8672

Cuenta Bancaria “Asociación Civil La semillita de algarrobo colorado”: consultar al siguiente mail: mtdlanus@gmail.com

Agradecemos por adelantado las demostraciones de interés y solidaridad...

lunes, 10 de agosto de 2009

Actividades de agosto - Nuevo horario de reunión

A partir del lunes 10 de agosto, el Taller de Asesoramiento a Productivos (T.A.P.) se junta a los lunes a las 18:00hs en la facultad de Ciencias Económicas (en las aulas de la A a la D).
Las actividades que estamos desarrollando son:
* Asesoramiento a la Cooperativa Juana Azurduy y la Asociación Civil Semillita de Algarrobo. Haciendo el seguimiento contable y presentaciones legales.
* Gestión y armado de los Mercados Populares que se desarrollan los sábados a la mañana en barrios de La Plata y Berisso.
* Armado de proyecto de inversión para conseguir financiamiento a la Cooperativa Juana Azurduy.
* Armado de talleres de formación dictado para los integrantes de la Cooperativa. Actualmente se esta elaborando talleres en Costos y fijación de Precios y ¿Qué es una Cooperativa y Asociación Civil?

SUMATE! Dandole un rol social al conocimiento que adquirimos en la facultad.

T.A.P.

sábado, 15 de noviembre de 2008

Crisis Internacional










Audio publicado por Futura FM 90.5 La Plata en Argentina Indymedia (( i )) (10.4 mebibytes)

Mercados Populares - Berisso











Audio publicado por Futura FM 90.5 La Plata en Argentina Indymedia (( i )) (8.4 mebibytes)

Alimentos al costo con acceso para todos
Una fila de personas espera para comprar: el kilo de papas cuesta setenta centavos y una mujer se lleva una bolsa entera (con treinta kilos), con la ayuda de sus hijos. Esta imagen es la que se ve en las ferias populares que están llevando adelante varios movimientos del Frente Popular Darío Santillán, con el objetivo de “aportar para que los compañeros y los vecinos tengan acceso a los alimentos de la canasta básica”, según explica Celina. Las ferias se están realizando todos los sábados en distintos barrios de la ciudad y de la provincia de Buenos Aires.
La iniciativa, según explican, surgió ante el constante aumento de la inflación y, por ende, de los alimentos de primera necesidad. Con el aporte de los trabajadores del Mercado Frutihortícola de Lanús, quienes les venden la fruta y la verdura al mismo precio de costo, sin agregarle ningún tipo de ganancia, el Movimiento de Trabajadores Desocupados logró comenzar con la feria. “Nosotros venimos realizando una Campaña contra el Hambre y la inflación, junto a numerosas organizaciones sociales que nos nucleamos en el espacio ´Otro Camino para superar la crisis´, con el objetivo de marcar la necesidad de redistribuir realmente la riqueza y con una propuesta concreta de que se elimine el IVA de los productos de la canasta básica. Y las ferias populares nos permiten contarle a los vecinos por qué lanzamos esta campaña y darnos la posibilidad de acceder a alimentos más baratos”, se explica.
En las ferias (que ya se han realizado en diversos barrios) se venden frutas, verduras y alimentos no perecederos como sal, arroz, azúcar, aceite y yerba. El precio de los productos es el mismo al cual lo compraron las organizaciones. “La idea de hacer esta feria no es obtener un beneficio económico, sino demostrar que se pueden conseguir alimentos a un precio accesible. Nosotros le reclamamos al Estado que financie y sostenga centros de abastecimientos Comunitarios, en donde los vecinos puedan adquirir productos a un precio accesible sin intermediaciones. Si el gobierno asistiera una iniciativa como esta se podría garantizar reproducirlo en todo el país”.
Como antecedente a esta iniciativa se encuentra la experiencia venezolana, llevada adelante desde el 2003 por el gobierno de Hugo Chávez. La Misión Mercal (Mercado de alimentos) es uno de los programas sociales destinado al sector alimentario. El programa consiste en construir y dotar almacenes y supermercados con alimentos y otros productos de primera necesidad a bajos precios para que sean accesibles a la población más necesitada. Los alimentos están subvencionados y llegan a los estantes sin intermediarios, de manera que los precios ofrecidos suelen tener un descuento de entre el 30 y el 45 por ciento. En la actualidad, alrededor de 11,36 millones de venezolanos se benefician con programas de venta y distribución de alimentos.
El Frente Popular Darío Santillán junto a numerosas agrupaciones nucleadas en el espacio “Otro Camino para superar la crisis” vienen impulsando una campaña contra el hambre y la inflación, que reclama como puntos centrales la eliminación total del IVA a los alimentos de la canasta básica. Aumento de los impuestos progresivos a las ganancias, a la riqueza e Impuesto a la renta financiera (hoy exenta) para subvencionar la rebaja de los precios de los alimentos y creación de centros de abastecimiento alimentario de primera necesidad a bajo costo gestionados por las organizaciones populares.

viernes, 26 de septiembre de 2008

El TAP explota



Mucha gente nueva se suma al proyecto


jueves, 18 de septiembre de 2008